martes, 15 de abril de 2008

Delirios...


Amar otra vez, miedo supremo
Volver a intentar, sabía idea
Remendar las heridas
De un corazón de cristal
Rasguñado por la vida

Cuan fácil es apegarme a tus brazos tal cual fuera una enredadera,
Cuan difícil es sostener la idea,
De un adiós imperante.

Soñando contigo en mi soledad
Anhelo tus besos de miel y sal,
Encaprichada con tu querer
Dime que me haces que no puedo ver

A ciegas mis ojos van por el camino
Tan distante, tan ida de mi
Murmurando entre los retoños de aquel frondoso árbol
Veo como desnudas mi alma al solo hablar
Con tus palabras de aliento y tu sonrisa palpitante.

Caballero de ojos negros
Fragancia, delirio, incertidumbre
Dame la estrategia de entrar en tu mundo
Y mostrarte que bajo el cielo de seda
Aun existe un corazón que espera por ti



Omaira Rivas.

Renacer…


Muchas veces en la vida nos aferramos a rencores del pasado, desilusiones y caídas, que nos robaron la esperanza en un futuro, nos centramos en los defectos de los demás, cegándonos ante sus virtudes y valores…
Pero al final ¿De qué vale?

El tanto juzgar, discriminar y tachar a aquellos seres, que nos rodean asiduamente,

¿De qué vale exigir una sonrisa cuando no sabemos mirar a alguien a los ojos?

¿De qué vale una supuesta sinceridad si nunca nos mostramos tal cual somos?

Es muy triste vivir así, pensando en los aspectos negativos, y echando a un lado las tantas maravillas que la vida nos brinda, el simple hecho de contar con un amigo, el respiro de un nuevo amanecer y la confianza plena de estar siempre acompañado y protegido por un Ser Celestial que solo piensa en ti Dios.

La vida es cruzar espacios entre sombra y soledad, pero es también alegrías, sueños y buenos deseos. Irradia paz, brinda amor y aprende a no mirar en los demás un reflejo de ti, sino a una persona nueva llena de numerosos dones de la cual tienes mucho que aprender.

Ríe, llora, calla y presta atención a las oportunidades del Día a día…

Al fin y al cabo Nunca es tarde para empezar de nuevo.

Mis Perspectivas del amor.



A lo largo de la vida vivimos en la búsqueda constante de sentirnos complementados por las personas que nos rodeen y satisfechos en nuestros deseos y anhelos. Duramos horas y horas pensando en un rostro que deja regazos plasmados en la memoria y en sonrisas misteriosas que alientan la curiosidad. Buscando la manera de llenar esa necesidad imperante en todos…el amar. Amar la vida y sus sorpresas, Dios, al prójimo, una profesión, el arte, no importa lo que se ame pero la cuestión es hacerlo… amar.

Desmedidamente y con pasión, entregados al 100% y convencidos de que seremos correspondidos, de que ese amor rompe fronteras y que por él somos capaces de lograr hasta lo imposible, derribar montañas y gritar en la cúspide de nuestros sueños: ¡Fui capaz de amar y por eso estoy aquí!

Muchos amamos el sentirnos complementados, concebir que todos los esfuerzos han valido la pena y que los sacrificios traen consigo un nuevo comienzo. Otros se adjudican al arte y conciben en el una felicidad plena. Numerosos rigen sus vidas en base a los manifiestos de Dios viendo en cada doctrina, las lecciones necesarias para superar cada obstáculo con el mayor optimismo. Algunos centran sus alegrías en logros profesionales y en el éxito.

Pero al fin al cabo todos buscamos la misma esencia sentirnos colmados y conformes con los rumbos que tomemos, sin importar lo simple o complejo que sean, sabiendo que el amor es: decisión, elección y ante todo actitud.



Omaira Rivas.